jueves, 24 de enero de 2008

La Inactividad asesina silenciosa

Esta mañana se ha pasado lenta en esta oficina como un charco de lava, revisé mis correos, cheque las citas y los poquísimos pendientes. Solo he tomado una taza de café... a las 11:20 me llegó el anunciado paquete con tus CD's; cuatro en total y una carta adjunta con el índice explicativo de cada una de las canciones contenidas... tus remembranzas me pagaron boleto hacia otro tiempo, cuando vivíamos juntos en esa casita de Coyoacán... cuánto amé esas ventanas, esa zotehuela que llené de plantas en macetas de barro, el pequeño baño abierto, las losetas rojas que cubrían todos nuestros pasos, la barra de la cocina en donde me servías tu creatividad en pastas salteadas con especies y desolación de tu alma herida... ¡ Cuanto te amaba!, y sabes? lo que realmente añoro es el poder amar, el sentir desgarrar el alma de tanto amar...

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